jueves, 1 de febrero de 2018

UNA CASA DIFERENTE

Hace poco, los alumnos de segundo de dietética de la EPX visitamos una casa. No era una casa cualquiera como la tuya o la mía, con nuestra familia, sino que en esa casa la familia va variando cada cierto tiempo.

Estoy hablando de una casa de acogida, donde se albergan muchas personas en riesgo de exclusión social, que vienen aquí y no tienen absolutamente nada.

¿Por qué visitamos la casa? No conocíamos a ninguno de sus habitantes, y ahora, con tan solo 4 horas con ellos en 2 semanas, tengo ganas de volver a verlos. La respuesta es sencilla, nuestra misión allí, como futuros dietistas, era la de informarnos sobre sus hábitos de alimentación y de vida (lo que comen, cuántas veces al día, qué les gusta, qué alimentos tienen en la casa, si realizan ejercicio, etc) para posteriormente corregir y mejorar estos hábitos con el objetivo de lograr un estilo de vida más saludable, y por tanto una mejor salud.

        (Aquí podemos ver a las personas de la casa esperando a que diera comienzo la presentación)

Concretamente, nuestro grupo de trabajo (Soledad, Marta y yo), nos encargamos de informarles sobre los grupos de alimentos que existen, plantearles ejemplos de menús saludables, recetas que pueden realizar de forma casera mucho más sana respecto a los alimentos procesados del supermercado, y también una lista de la compra muy económica a la par que saludable.

                                               (Exponiendo para las personas de la casa)

Yo les expliqué por qué es importante el consumo de los distintos grupos de alimentos, un ejemplo de comidas y meriendas, y por último, cómo hacer algunas recetas como la mermelada casera o platos con soja texturizada. Muy económico y ¡Muy bueno!.

Por último me fui con otro grupo de trabajo para ayudar a traducir, ya que varias personas de la casa únicamente hablaban francés. Este momento me gustó mucho ya que no había tenido demasiado contacto directo con las personas de la casa de acogida, y fue un momento cercano y entrañable.

Puedo concluir de esta experiencia nueva para mí que me he sentido de muchas formas distintas, el primer día no me convenció mucho ya que me aburrí un poco, no tuve contacto con la gente, pero al mismo tiempo me ponía en su lugar y me sentía mal. El segundo día me reí, lo pasé bien y me resultaban adorables las personas de la casa, lo que también me inspira sentimientos de cierta lástima en el buen sentido, a pesar de que ellos probablemente lo pasaron mejor que nosotros.

Finalmente nos despedimos pero...


...queda su visita a la EPX, donde realizaremos una merienda juntos, así que... ¡NOS VEMOS PRONTO!

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