Aprendizaje y sonrisa

APRENDIZAJE Y SONRISA

Aprendizaje por servicio

En primer lugar me presento:

Soy Carla, y soy alumna de segundo año del ciclo superior de dietética de la Escuela Profesional Xavier. En esta publicación voy a escribir sobre mi experiencia de aprendizaje-servicio. Cuando se nos propuso la idea de realizar algo distinto como es el voluntariado no lo dudamos dos veces y aceptamos el reto. Al principio todo eran dudas e incertidumbre, ¿a dónde iremos?, ¿con qué personas nos encontraremos?, ¿qué vamos a hacer?, ¿cómo podemos ayudar/aportar?, pero como todo en la vida no se sabe hasta que te enfrentas a ello. Nos organizamos por grupos y cada uno aportaría su servicio a un colectivo. Nuestra profesora Belén, nos dio unas pautas, ideas, o posibles actividades a realizar para cada equipo y nos guió en definitiva un poco en esta experiencia. El resultado en mi opinión, ¡ha sido todo un éxito!

Para empezar hablaré sobre la definición de APS:

El aprendizaje-servicio es una propuesta educativa que combina procesos de aprendizaje y de servicio a la comunidad en un solo proyecto bien articulado donde los participantes aprenden al trabajar en necesidades reales del entorno con la finalidad de mejorarlo.

En definitiva, el aprendizaje-servicio es un método para unir compromiso social con el aprendizaje de conocimientos, habilidades, actitudes y valores. Aprender a ser competentes siendo útiles a los demás. Y yo añadiría: SONRIENDO sintiendo esa satisfacción de estar siendo útil para alguien a la vez que estas aprendiendo.

Mi experiencia, en concreto fue dirigida a un grupo de mujeres de distintas nacionalidades de una casa de acogida (click para más info: Instituto social del trabajo (Casa de acogida) ), donde conviven y se albergan muchas personas en riesgo de exclusión social por distintas circunstancias o situaciones.

Se realizaron en total dos sesiones de esta propuesta educativa, el fin de la primera sesión era en primer lugar la toma de contacto, presentarnos, conocernos y en segundo lugar detectar errores y tomar conciencia de qué clase de servicio podríamos aportar a este colectivo. Para esto nos apoyamos en unas encuestas que proporcionamos a cada una de estas mujeres en las que se hacían preguntas sobre hábitos de vida, alimentación, salud, etc.

En la segunda sesión, mis compañeros de grupo y yo hicimos una puesta en común con las mujeres de los errores o cosas a mejorar, que detectamos al realizar el análisis de resultados de la encuesta. A continuación nos apoyamos de una presentación de diapositivas muy llamativas en las que hablábamos de alimentación equilibrada, colesterol, ejercicio físico y en definitiva de la importancia de tener un estilo de vida saludable. A pesar de la dificultad con el idioma o el habla, me sorprendió satisfactoriamente el esfuerzo que realizaron por entender y aprender todo aquello tan útil que les estábamos contando. Hicieron preguntas, nos reímos, aprendimos, había feedback, ¿qué más podíamos pedir?

Pues esto no acaba aquí ya que para afianzar conceptos preparamos un taller modelando plastilina sobre el método del plato y cómo realizar una ración equilibrada con los distintos grupos de alimentos. Ahí nos dimos cuenta de que habían aprendido mucho más de lo que pensabamos y les habíamos enseñado algo realmente útil para su salud, la idea de la plastilina por supuesto, les encantó jaja.

Para concluir diré qué ha sido una experiencia muy enriquecedora, me llevo muy buen sabor de boca. Recomendaría esta actividad sin lugar a dudas a futuras promociones ya que pienso que es una manera muy positiva de poner en práctica los conocimientos y habilidades que vamos adquiriendo día a día.

Finalmente agradecer a la  Escuela Profesional Xavier , profesores/as, Farmamundi y al ayuntamiento de valencia por hacer esta propuesta de Aprendizaje-Servicio posible. ¡Hasta la próxima!